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mediación empresarial

Mahatma Gandhi

Las tres cuartas partes de las miserias y malos entendidos en el mundo terminarían si las personas se pusieran en los zapatos de sus adversarios y entendieran su punto de vista.

¿Por qué la mediación?

En el mundo de la empresa, la mediación está llamada a ser un instrumento de valor estratégico, económico y eficiente para resolver las controversias que se dan en la actividad empresarial, método que enriquece la negociación y que debe de presidir las relaciones de empresarios, profesionales y trabajadores, fortaleciendo así el entendimiento y respetando su autonomía en la toma de decisiones.

Con fuerza catalizadora, este método potente y versátil, facilita la paz social, atrae, conforma y agrupa fuerzas, opiniones, sentimientos, para que los contendientes lleguen a un acuerdo satisfactorio en el que ambos ganan, sin romper su relación personal y de futuro.

La Mediación y sus principios rectores de Voluntariedad, Confidencialidad, Imparcialidad y Neutralidad son argumentos decisivos a la hora de garantizar una solución justa y equilibrada a las necesidades de los contendientes, método que crea un espacio de diálogo constructivo y de comunicación, donde se analizan posiciones, intereses y necesidades de las partes para que ellas lleguen a un acuerdo satisfactorio, transformando su relación en beneficio de ellos mismos y del entorno profesional que les rodea.

Ventajas

Para la empresa, los conflictos que nacen día a día con su actividad con clientes, proveedores, socios y empleados, se puedan resolver de manera más eficiente y con menos desgaste económico y emocional del que es habitual, pues el objetivo del mediador es conseguir mejorar el bienestar de las personas que trabajan en la empresa y favorecer el buen ambiente dentro de la organización.

Para los trabajadores, que también tienen voz en la mediación, se evita que estas divergencias que tienen con la empresa y/o compañeros con los que tiene que convivir día a día, se enquisten más en su trabajo, su rendimiento, en su relación personal con jefes y compañeros, con los graves perjuicios que ello supone tanto para el propio trabajador como para la empresa.

Estas ventajas y otras utilidades se deben destacar para promover la cultura de la mediación como alternativa valiosa a la desjudicialización del conflicto, reclamando su legitimidad como herramienta que facilita soluciones y evita el acudir al Juzgado que, con su colapso y por imperio de la ley, en la mayoría de las ocasiones, no resuelve el mismo, además de los costes temporales y económicos que supone para los contendientes.

Estrategia

El mediador como profesional que ayuda a gestionar las discrepancias, debe preparar el terreno de la mediación, reconducir la confrontación hacia la posibilidad de aplicar un método de gestión colaborativa en el que todos ganen y puedan sumar esfuerzos en aras del futuro de la empresa, potenciando y construyendo un nuevo clima de confianza.

En función de la complejidad del conflicto planteado y diagnóstico previo con la información que se dispone del asunto, el mediador o co-mediadores deben definir y diseñar la estrategia de su intervención que, como anteriormente se ha señalado, debe ser breve en el tiempo y eficaz, para que el conflicto no se agrave y las partes puedan reanudar su convivencia, su relación profesional o mercantil (conlficto de continuidad).

Sesión constitutiva: presentación y pautas               

Sesión individual de toma de datos

Sesión conjunta de definición controversia y puntos de encuentro                           

Sesión  conjunta creativa de soluciones               

Sesión de cierre y redacción de Acuerdo

fases del proceso ideal

Los conflictos que se dan en una empresa se encuentran contextualizados en una relación continua entre los miembros. No resolverlos afecta al ambiente de trabajo y muestra que no saben afrontar los problemas que surgen.

En una primera sesión el mediador se presentará formalmente y señalará las características y principios de este proceso, destacando su naturaleza voluntaria y confidencial, donde la implicación de las partes es fundamental para resolver la disputa, con respeto, diálogo constructivo, escucha y comprensión mutua.

A partir de esta sesión constitutiva se planificarán  sesiones individuales para conocer las expectativas particulares y la estructura organizativa y decisoria de la empresa, y reuniones conjuntas en las que puedan compartir esas vivencias, intereses y necesidades de una forma ordenada, pautada y acompañada por el mediador.

 

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